En cada excursión a Chipre, definitivamente recordarán a Afrodita, la diosa de la belleza, que nació en estas costas de la espuma del mar. Durante muchos años, los recopiladores de numerosos ratings han argumentado que el lugar indicado en el mito no es en modo alguno accidental: Chipre es llamada la isla más soleada del Mediterráneo, su clima es el más saludable y favorable para la vida en el planeta.
Quizás es por eso que tantos turistas, se esfuerzan no solo por venir aquí; sino también por establecerse aquí. Sin embargo, no solo por la dicha del sur en las playas galardonadas con la Bandera Azul de la Unión Europea por su limpieza y seguridad; vale la pena ir a Chipre: las excursiones revelarán toda la diversidad de influencias culturales experimentadas por la isla, desde la antigüedad y los primeros tiempos del cristianismo hasta el pasado reciente.
La herencia británica es evidente incluso antes de la primera gira por Chipre en muchos detalles cotidianos, desde la circulación por la izquierda hasta la forma de los rosetones. El inglés es el idioma oficial aquí, junto con el griego, incluso las películas estadounidenses se proyectan en los cines en su versión original con subtítulos. Sin embargo, la proximidad de la Turquía musulmana no podía dejar de dejar su huella: hay cafeterías en la isla que las mujeres no pueden visitar; están destinadas exclusivamente a los hombres. En una excursión a Chipre, contarán que la frontera turco-chipriota no solo divide la isla en dos partes, sino que también pasa por su capital; Nicosia, que se asemeja un tanto al precedente con el Muro de Berlín.
Si miras el mapa, ya no es sorprendente que muchos países reclamen este territorio y aún no puedan dividirlo. Situado en el cruce de las rutas del Mediterráneo, Chipre, visitas turísticas, excursiones, rutas que se pueden complementar con incursiones más allá, permite pequeños cruceros a Egipto, Jordania, Israel o Rodas. En la antigüedad, la isla fue objeto de constantes luchas armadas. Al pisar su orilla, quizás, sentirás las pasiones que han estado arrasando aquí durante siglos; no es sin razón que en las excursiones en Chipre muestran el lugar donde vivió el prototipo del Otelo de Shakespeare.