Excursiones en México; Donde Tequila es una ciudad y Chihuahua es un estado, está México. Las vistas de este país hacen que las pirámides de Egipto se hagan hueco en la lista de las siete maravillas del mundo, y la curiosidad antropológica de Castaneda quema al viajero como un ají le quema la garganta.
La especificidad de la civilización de la región determina en gran medida para qué prepararse y qué ver en México. Mayas y aztecas, incas y zapotecas, españoles, franceses y africanos; solo un residente del Nuevo Mundo puede presumir de tales ingredientes en su sangre. En una excursión en México, puede descubrir que la Mesoamérica precolombina no se distinguía por la homogeneidad étnica; las civilizaciones, los idiomas, las tradiciones escritas y los cultos religiosos surgieron y desaparecieron; dejando atrás monumentos como Chichén Itzá y otras grandiosas ruinas mayas de Yucatán.
Así surgió una de las megaciudades más grandes del mundo moderno, la Ciudad de México, sobre un terreno pantanoso, casi inadecuado para la vida. Luego se llamó Tenochtitlan y fue la capital del imperio azteca, que, si las comparaciones son apropiadas aquí, sin duda se comparará con la romana en las excursiones. México y su capital obtuvieron su nombre de la autodesignación de los aztecas: Meshiki.
Al elegir qué ver en México, aprenderá sobre las antiguas ruinas de templos indígenas y pueblos de estilo colonial en la costa del Pacífico, la Basílica de la Santísima Virgen de Guadalupe y el Museo Frida Kahlo. Pero la vida cotidiana también es capaz de capturar un torbellino de impresiones: helado de maíz, iguanas corriendo bajo los pies, chozas de juncos y hamacas de los pobres.
Como contarán en sus excursiones en México, los aztecas veneraban enormemente a su legendario gobernante y dios Quetzalcóatl, la Serpiente Emplumada, quien, según la leyenda, zarpó, pero prometió regresar. Con su llegada, estaba a punto de comenzar una nueva era. El que fue recibido como un dios que regresaba fue Cortés.